Con un primer aliento llegamos a este
mundo,
y con el último nos despedimos.
Ya no importa cómo fue nuestro trayecto,
Solo damos gracias por contigo haber vivido.
No nos abandonaste sin antes dejarnos
a buen recaudo,
Once diamantes en bruto, que contigo
han disfrutado.
Once pequeñas semillas que hoy te
velan sin descanso.
Once grandes regalos, que gracias a
ti, hoy todos disfrutamos.
Puede que no fueras perfecto,
Pero las perfecciones no existen.
Te caracterizaste por ser único y sin
duda irrepetible.
Te fuiste sin dolor, callado. Sin
sollozos.
Y te recordaremos como antaño;
Un Buen Mozo, Manchego y Bien
hermoso.
Porque cada chato de vino de los
Ruedas será a tu salud,
Descansa en paz y espéranos allí donde
hay luz.
.A.R.
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