Mi corazón se marchita,
Parece que las mariposas de mi estomago se pudrieron
Y ahora me provocan un dolor inmenso.
Dolor que me detiene al instante
Como si una caja de tranquilizante hubiera ingerido sin control.
Solo quiero que mi almohada me diga que debería hacer,
Que me asegurara que esta soledad no es eterna.
Necesitaría alguien capaz de escuchar mis gritos en silencio;
De limpiar mis lágrimas secas y poblar mí estomago de mariposas
nuevas cada día.
Vacío, vacío el que siento, todo se queda vacío de nuevo.
Del polvo venimos y en polvo nos volveremos.
No se, que palabras decir, que provoquen lo que siento.
Que sean capaces de expresar lo inexpresable,
Aquello que nadie entiende, porque ven dramatismo
donde yo veo desolación.
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